lunes, 26 de diciembre de 2011

Combates incesantes

Navidad

El cerco a estos días es despiadado. Los recuerdos de otras navidades, de otras personas, de otros lugares. Sería una contraindicación mostrar demasiada sensibilidad y predisposición antes esos envites pero aunque vivamos en estas edades, en estas eras, con una insensibilidad que no es tal por bandera y debajo de una cota de malla permanente, a veces salir malparado es inevitable. Sentirse en el punto de no retorno, en disposición de dejar definitivamente atrás otro lugar en un momento de la historia en el que no cesa de repetirse ideas como "colapso" ó "quiebra". Al cacao existencialista propio de estos días y de esta edad se une el de un futuro que se yergue amenazante sobre nuestras cabezas: precariedad laboral, falta de expectativas, total incertidumbre, la imposibilidad de contagiar rápidamente a muchas personas un espíritu de cambio que permita domeñar la situación de crisis financiera actual y la crisis energética que se nos avecina, ya visiblemente cercana.

Continuará...


jueves, 22 de diciembre de 2011

Agallas


No sé si caigo. Me caen. Limpio las gotas de lluvia de mi cara y no doy abasto. Empiezo seriamente a dudar que alguna vez haya estado seca. Miro al frente en esta fría y lluviosa noche que corrió con descaro las cortinas de su habitación, y apenas alcanzo a ver la boya suspendida en el agua, siempre en alerta. Tan sólo ella y yo parecemos mantenernos a flote. Esta aparente suspensión vital, que nunca es tal, es el único pestañeo que consiguen ya pintar unos ojos desertificados de tanto mirar. Tal vez la estratificación de las ideas, objetos y conceptos sea una mera ilusión, un pensamiento algo torpe y vanidoso, y yo y la boya no seamos otra cosa que esta agua que fluye impasible de arriba abajo, de izquierda a derecha. Absolutamente nada parece sobresalir en esta composición inundada de azul. Incluso la virulencia de los sonidos que ahogan mis oídos parece emanar de mi corazón para cobijarse en todos y cada uno de los misterios que habitan la noche.

¿Qué ocurre? La boya se ha desprendido de mi vista. El hilo se esconde a toda velocidad en las profundidades del río. La puntera de la caña, al límite de su resistencia, delata, junto al resto de inequívocas pruebas, la existencia de algo extraordinario allí abajo. Tengo que apoyar la base de la caña en mi tripa y sujetarla con una mano mientras con la otra voy ganando un poco de hilo para volver a cederle espacio.
¿Qué hay ahí abajo? ¿Y si fuese yo el que tira del sedal con fuerza allí abajo? ¿Y si en realidad soy yo la presa?

Ahora que el anzuelo me ha agarrado con limpieza del interior de mi boca me basta con lograr que la línea siempre mantenga una tensión constante para que al fin él y yo consigamos la unidad de una forma más efectiva y concreta. Los dos parecemos dominarnos, no dar a priori más de lo que el otro espera, dando así consistencia a nuestras líneas defensivas. Nos movemos de igual manera, separados por una superficie, un cristal y un espejo; unidos por un conflicto, un corazón y unas agallas.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

MÚSICA: -1

01 - Asmus Tietchens - Ice detlev fitcher - hin
02 - Frieder Butzmann - Flötenton
03 - Chris Watson - 10m
04 - Jana Winderen - Aquaculture
05 - BJ Nilsen - Black light
06 - Lawrence English - Without sanctuary
07 - Philip Jeck - Hindquarters
08 - Christian Fennesz plays Charles Matthews
09 - Eleh - Observation wheel
10 - Chris Watson - No Man's land
11 - Jacob Kirkegaard - Auditorium
12 - Mika Vainio - Processing the death of Minotaur
13 - Panasonic & Alan Vega - Medal
14 - Retina.it - Motor armonico
15 - Modul - Kkun II
16 - Frank Bretschneider - Fax
17 - Chris Watson - Midnight at Oasis
18 - Riechmann - Abendlicht

0:52:54
mp3 VBR / 24 bits
http://www.filefactory.com/file/c0fa3f7/n/-1.mp3








lunes, 19 de diciembre de 2011

Berlin über alles







Unión

El protagonismo de una nueva película, otra aventura cinematográfica, otra claqueta coartando con su golpe la fugaz linealidad del tiempo. Las aguas que cesan su flujo en una aparente interrupción; la vida, y su hábito, premeditadamente cercenado. Y ahí está... La intromisión en otro espacio, la voluntad de sentir un aparente rechazo a lo nuevo que es viejo, y por qué no a lo desconocido, después de fundirse bajo el calor de lo siempre vivido. El desarraigo de otras tierras donde la nieve acompañaba de forma perenne la finita candidez de nuestras aguas, ahora ya como intangible pertrecho, como un sencillo recuerdo que nos acompaña.